En este post te vamos a indicar los PASOS A SEGUIR para poder legalizar una reforma de manillar en su moto
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En este formulario se deberán de poner los datos del taller que ejecuta la reforma. En el caso de que la reforma ya haya sido ejecutada, deberás de buscar un taller que quiera revisar el trabajo y firmar el certificado y poner sus datos en el bloque correspondiente al taller. En el caso de que no lo consigas ponte en contacto con nosotros para buscar una solución.
Si el nuevo manillar modifica la altura o anchura de la moto habrá que medirlas de la siguiente manera:
Si el nuevo manillar obliga a cambiar el latiguillo de freno puede ser que desde la ITV nos obliguen a tramitar la reforma.
Para la altura y la anchura no se tendrán en cuenta los espejos retrovisores pero si el bote del líquido de frenos y las manetas de freno y embrague.
Cambiar el manillar de una moto tras una caída es una de las razones más comunes para sustituirlo, y es una medida esencial tanto por seguridad como por rendimiento.
En definitiva, cambiar un manillar dañado no solo es una cuestión de seguridad, sino también una oportunidad para mejorar la conducción y personalizar tu moto con componentes de mayor calidad.
A primera vista, optar por el manillar original puede parecer la opción más conveniente, pero cuando analizas más a fondo, te das cuenta de que no solo es la opción más costosa, sino que también presenta desventajas importantes que puedes evitar con el manillares aftermarket.
Aunque instalar un manillar diferente requiera un poco más de esfuerzo, las ventajas que obtienes con el manillar del aftermarket compensan con creces ese trabajo adicional. Mejorar la estética, la ergonomía y la manejabilidad de tu moto es un esfuerzo que vale la pena.
Este es un aspecto crucial, y merece ser tratado con detalle, porque es aquí donde el manillar aftermarket realmente sobresale. El manillar original, aunque funcional, no está diseñado pensando en optimizar el rendimiento o la comodidad.
Sé que te estarás preguntando: «¿Por qué los fabricantes instalarían un manillar que no se ajusta perfectamente a la moto?«. La respuesta está en los procesos de producción y en la reducción de costos. El manillar de serie no es específico para tu moto; de hecho, suele ser un componente genérico que se usa en varios modelos diferentes.
Los fabricantes tienden a priorizar el costo sobre la calidad en componentes que no son tan visibles o llamativos, como un alerón de carbono o un panel de instrumentos lleno de luces. Por eso, el manillar original suele ser elegido por su bajo precio y no necesariamente por su comodidad o rendimiento.
En la mayoría de los casos, los fabricantes de motos no fabrican los manillares. Subcontratan su producción a empresas que curvan tubos según las especificaciones, pero estas empresas no necesariamente entienden el propósito o la importancia del manillar que están fabricando.
Al contrario, los fabricantes de manillares dedican tiempo y recursos a diseñar y producir manillares específicos que mejoran la manejabilidad y la comodidad. Esta especialización es lo que marca la diferencia entre un manillar genérico y uno diseñado para ofrecer un rendimiento superior.
Los manillares aftermarket están diseñados no solo para lucir bien, sino para ofrecer un mejor control y sensación al conducir, lo que transforma la experiencia de manejo.
Otro aspecto crucial a considerar es que los diseñadores de motos deben tener en cuenta las diferentes «tallas» de los motoristas que las comprarán, tratando de crear una posición de conducción que funcione para la mayor cantidad de personas posible.
A diferencia de los coches, donde el volante y el asiento son ajustables para adaptarse a cada conductor, en las motos la posición del asiento y el manillar es generalmente fija. Esto significa que, inevitablemente, alguien de 190 cm no podrá tener la misma ergonomía de conducción que una persona de 165 cm.
Cuando conduces un coche, lo primero que haces es ajustar el asiento y el volante para adaptarlos a tu altura y comodidad. Este proceso es algo automático en los automóviles, pero en una moto no tienes esa flexibilidad.
Por eso, cambiar el manillar es una excelente forma de personalizar y optimizar la posición de conducción para adaptarla a tu físico, algo que no es posible con los manillares de fábrica. Ajustar el manillar no solo mejora la comodidad, sino también el control y la experiencia de manejo, adaptándola a tus necesidades específicas.
Los diferentes manillares que se encuentran en el aftermarket son:
El precio de homologación de un manillar en una moto es de 140 euros, impuestos incluidos